La casa siempre ha sido un lugar de refugio y ahora se multiplica esa sensación, es el lugar donde quitarnos la mascarilla y ponernos ropa cómoda, donde encontrar la paz que tanto necesitamos. Esa búsqueda de bienestar entre los límites de nuestro espacio nos ha llevado a prescindir de cosas superfluas dentro e él y a multiplicar su funcionalidad, porque las casas, en general, no estaban preparadas para el uso que por necesidad les estamos dando ahora. CAMBIO DE MENTALIDAD. Nuestra rutina diaria ha cambiado, los encuentros sociales se han restringido y ya no es en el exterior el lugar de relación o de otras actividades vinculadas al ocio. Nos hemos dado cuenta de que seguimos necesitando cuidados corporales, rituales de belleza, seguir manteniéndonos en forma con la ayuda de las clases online como yoga, pilates, gimnasia,... y para ello hemos tenido que acomodar nuestras casas a estos nuevos usos. Hay elementos que pueden hacer del encierro pandémico una experiencia mas placentera y esos son; LUZ, ACUSTICA Y TEMPERATURA.